Mientras sigo dándole la vuelta a sobre qué profundo y sesudo tema escribir, he decidido rellenar el hueco - de espacio y de tiempo, que me prometí escribir al menos 1 vez por semana - con una noticia especialmente indignante (para mí).
Me ha salido, mientras buscaba cosas sobre la nueva reforma energética del gobierno. Porque estoy especialmente sensible y también muy indignada.
Se trata de una breve nota sobre el fichaje del hijo de ex-presidente Aznar en un fondo buitre que se está haciendo con fondos del "banco malo", la brillante idea de De Guindos.
Apareció publicado en El Economista a primeros de este año.
Lo que me ha llevado a un recuerdo y a una pregunta existencial.
El recuerdo: Aznar, diciendo con la mirada húmeda y fija en una entrevista televisiva, que haría lo que tenga que hacer. Y que sus prioridades eran, por orden decreciente supongo, su país y ... bla, bla, bla. Digo yo que se le olvidó incluir "su bolsillo", asignándole el 1º puesto, que es lo que se deduce que enseño a su hijo.
La pregunta: ¿Tiene derecho a llamarse patriota alguien que especula con la desgracia y la "ruina" de su país? ¡Sobre todo si no lo necesita! Porque, no nos engañemos, entre patrimonio personal, adquirido + remanente de toda clase de prebendas, pagas, pensiones, etc., sabemos que ni Aznar ni su familia padecen ningún tipo d necesidad, presente o futura.
En fin, esta divagación sólo apunta en la dirección de mi opinión personal. Y sólo expresa los valores que yo pueda tener, o no. Y cada cual ha de tener la suficiente capacidad crítica como para intentar planteárselo con honestidad.
No sé, quejarse de los mal-funcionamientos de tus país, siempre que intentes mejorarlos o combatirlos, hasta me parece patriótico. Por eso no tolero que me manden callar con la excusa más fácil; que yo no soy de aquí.
Reírse de esos mismos "defectos" o sacarles chiste, también me parece de responsabilidad; además de denotar que uno tiene sentido del humor y que no dramatiza demasiado.
Especular con las desgracias de conciudadanos, para enriquecerse (aún más), se me antoja deleznable, para mi, y denota una bajísima catadura moral y una ética personal muy, muy pobre. Y si encima perteneces a una "corriente" (por no hablar de ideología, partido o política) que cree poder darle lecciones de patriotismo a otros, además desvela una hipocresía muy profundamente arraigada.
Ala, ya me he desquitado en opiniones personales, infundadas, anti-patriotas y manipuladas. Ahora volverá al 1º día de mis vacaciones, declarado de vagancia (casi) total. ;D
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